Bajo la dirección de Mauricio Ureta Bernal, la Escuela de Trabajo Social presenta los logros y desafíos de la gestión 2021-2024.
Con la destacada participación de autoridades universitarias, incluido el Prorector Christian Corvalán, junto a académicos, funcionarios y representantes del Centro General de Estudiantes, la Escuela de Trabajo Social presentó un completo balance de su gestión en los últimos tres años bajo la dirección de Mauricio Ureta Bernal. En esta rendición de cuentas se resaltaron los avances significativos en áreas clave como la internacionalización, la docencia, la investigación y la estabilidad institucional.
La gestión 2021-2024 ha estado marcada por un enfoque estratégico que ha permitido la certificación de la Escuela por siete años, un logro que subraya el compromiso con la mejora continua y la calidad educativa. Esta certificación es reflejo del trabajo colaborativo de toda la comunidad educativa, que ha permitido fortalecer los procesos internos y garantizar un ambiente académico de alta calidad.
Uno de los hitos más importantes durante estos años ha sido la incorporación de la Escuela a la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AITS), lo cual ha potenciado su presencia en el ámbito global. Esta internacionalización ha sido respaldada por la activa participación de los académicos en congresos y ponencias internacionales, abriendo nuevas oportunidades para el intercambio académico y la movilidad estudiantil.
El enfoque en la triestamentalidad ha sido central en la gestión de Ureta, fomentando una participación equitativa de estudiantes, docentes y personal administrativo en las decisiones clave de la Escuela. Este enfoque ha fortalecido la cohesión institucional y ha permitido una gestión eficiente y participativa.
En el área académica, la gestión ha logrado avances significativos con la ejecución del 100% del Plan de Desarrollo Estratégico (PDE). Esto ha incluido mejoras sustanciales en infraestructura, la optimización de la malla curricular, y el crecimiento de la oferta de postgrado, destacándose el Magíster en Trabajo Social Clínico, que ha experimentado un notable incremento en la matrícula.
Mirando hacia el futuro, la Escuela de Trabajo Social enfrenta importantes desafíos que incluyen la expansión de su oferta de postgrado con nuevos programas y la continuación del fortalecimiento de sus líneas de investigación. Asimismo, se proyecta la incorporación de nuevos académicos que contribuirán a la innovación y desarrollo de la Escuela, manteniendo su compromiso con la excelencia académica y la inclusión social.